Cómo empezar a llevar un diario: Las bases del journaling.
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Si estás leyendo esto es porque quieres un cambio, quieres experimentar la calma y serenidad, pero sobre todo, quieres mejorar.
Así que si ya has leído en qué consiste esto del journaling y todos los beneficios que tiene, ahora es el momento de ponerlo en práctica. Vamos a ello.
Tipos de journaling
Hay muchas maneras de hacer journaling, vamos con los tipos que te puedes encontrar:
- Bullet Journaling: podríamos traducirlo como “registro por listas”, es un sistema de organización personal que utiliza viñetas (o "bullets" en inglés) para categorizar diferentes tareas o eventos, lo que permite una fácil identificación y seguimiento. También puede incluir secciones para el seguimiento de hábitos, estados de ánimo, objetivos a largo plazo y listas de tareas pendientes. Se podría decir que está dirigido a personas analíticas, aquellas que se sienten más cómodas descomponiendo el todo en partes más simples e independientes.
- Morning Pages: (páginas matutinas) es un estilo de journaling que se basa en escribir cada mañana tres páginas con tus pensamientos, todo lo que tengas y no puedes parar hasta haber llenado esas tres páginas. El propósito es despejar la mente y liberar cualquier ansiedad o preocupación antes de comenzar el día. Es una oportunidad para reflexionar sobre tus pensamientos, sentimientos y sueños, y para establecer intenciones para el día. Con este estilo podrás agrupar toda la información para después detenerte y comprenderla de una manera global, una característica del pensamiento sintético.
- One sentence journaling: (diario de una frase) es un estilo de journaling que implica escribir una única oración o frase que resuma el día o algún acontecimiento importante que haya ocurrido o vaya a ocurrir. El propósito es capturar la esencia del día de manera concisa y efectiva. Al limitar el espacio a una sola oración, te obligas a enfocarte en lo más importante, lo que puede ser útil para recordar lo que fue significativo en el día y reducir el estrés y la ansiedad.
La ventaja que tiene es que es muy fácil de incorporar en tu rutina diaria. No requiere mucho tiempo ni esfuerzo, lo que lo hace ideal para aquellos que quieren llevar un registro de sus vidas pero tienen poco tiempo o energía para dedicar al journaling. - Diario guiado: es una técnica de escritura reflexiva que implica usar preguntas o ejercicios específicos para guiar la escritura en un diario personal. Esta técnica es una forma efectiva de explorar pensamientos y sentimientos profundos, identificar patrones de comportamiento y emociones, establecer objetivos personales y mejorar la autoconciencia y la comprensión personal.
El proceso de diario guiado implica responder preguntas cuidadosamente seleccionadas sobre temas específicos. Algunas preguntas pueden ser simples y directas, mientras que otras pueden ser más abiertas y desafiantes, lo que ayuda a fomentar la reflexión y la introspección.
El diario guiado se puede hacer en cualquier momento del día y no requiere más de 5 minutos. Algunas personas prefieren hacerlo por la mañana o por la noche, mientras que otras lo hacen durante los descansos del trabajo o en tiempo de ocio. Lo importante es elegir un momento que funcione mejor para uno y ser consistente en la práctica.
Una vez hayas decidido el tipo de diario que mejor se adapta a ti en este momento, toca ponerse manos a la obra.
¿Cómo empezar?
Querido diario, hoy…
No, esto no es. O sí. Realmente es lo que tu quieras porque para eso es tu diario. De todas formas, te dejamos unas bases para antes de empezar.
1. Es para ti, así que no te juzgues.
Una de las ventajas más importantes de llevar un diario es que es un lugar privado, libre de juicios. Así que no autoimpongas expectativas ni límites. No te juzgues por la ortografía, ni la gramática ni el vocabulario que uses, no estás escribiendo el próximo Premio Planeta. Así que escribe para ti, de la manera en la que tú te entiendas y sin censurarte.
2. Elige el momento y el lugar ideal.
Elige un momento del día que funcione mejor para ti, ya sea por la mañana, por la noche, durante la comida o en un momento de descanso. Lo importante es ser consistente y hacer del journaling un hábito diario.
Intenta que sea un momento de soledad y calma, un entorno favorable para sentirte a salvo es imprescindible para poder ser tú mismo.
Es importante que estés tranquilo, sin prisas y sin distracciones.
Puedes probar los primeros días a escribir en distintos momentos hasta encontrar el momento ideal para ti. Tal vez por la mañana estés más tranquilo en casa, o tal vez sea el descanso del trabajo cuando consigues más paz. No tengas miedo de probar o incluso de bloquearte ese tiempo en el calendario si necesitas ser más estricto.
3. Empieza a escribir.
Puedes escribir sobre lo que quieras. Sentimientos, objetivos, emociones, pensamientos sobre cualquier tema, sueños, recuerdos… La parte importante es lo que expresas con palabras, así que deja que las palabras fluyan.
Recuerda evitar juzgarte, sobre todo al principio. Es un lugar privado para explorar tus emociones y pensamientos, así que no te pongas límites o no podrás avanzar en tu autoconciencia.
4. Si no sabes por dónde empezar empieza por aquí:
- cualquier cosa o persona por la que estés agradecido
- tus objetivos e intenciones para el día, la semana, el mes o el año
- situaciones recientes que te desafiaron
- las pequeñas cosas que te traen alegría cada día
- las mejores decisiones que has tomado
5. Usa el diario para ser creativo
Puedes hacer dibujos, garabatos, poner pegatinas, añadir recortes de periódicos o revistas, poner letras de canciones que te destapen un sentimiento concreto ese día.
Usa tu parte creativa para transmitir tus emociones y pensamientos. A veces las palabras se quedan cortas.
6. Conviértelo en un hábito.
El diario funciona mejor cuando complementa tu rutina en vez de romperla.
Lo primero es haber encontrado el momento y lugar adecuados. Una vez lo hayas conseguido podrás convertir tu rutina en un ritual.
Puedes colocar tu diario en un mismo lugar cada día. Por ejemplo tu mesilla de noche o en la mesa donde tomas café cada día para recordarte que es una actividad que va de la mano con despertarte, o tomar el desayuno.
Puedes poner una música específica cuando lo hagas, encender una vela, hacer el diario justo después de tu sesión de estiramientos, después de tu meditación diaria o ¡después de tu paseo matutino!, son pequeñas cosas que lo conviertan en un ritual.
Otro punto importante para convertirlo en un hábito es tener unas expectativas realistas. Intenta no abarcar más de lo que puedas, es decir, no te pongas como objetivo dedicar media hora cada día si hasta ahora no tenías ese tiempo disponible para ello.
Tampoco te castigues si un día no lo haces, pero intenta cumplir la regla de no saltártelo dos días seguidos. También recuerda celebrar los pequeños logros cuando cumplas una semana, dos semanas, un mes…
Sé objetivo con los resultados, no son inmediatos, lo importante es el camino. Disfruta de tu evolución y, sin querer, te darás cuenta de los pequeños cambios que vas adquiriendo en tu día a día lo que supondrá una nueva versión de tu persona con el tiempo.
Otro punto que debes tener en cuenta es ser inteligente con los objetivos y tareas que determines en tu diario. Si te pones muchos y nunca los cumples, serán mini derrotas diarias, y si son demasiado ambiguos tampoco serás capaz de controlarlos. Así que intenta ponerte un número de tareas asequible y que sean objetivos concretos.
Ya tienes una base teórica con la que empezar y ponerlo en práctica, pero si aún quieres un poco más de ayuda, Chōwa es tu compañero ideal, y aquí te explicamos por qué.